domingo, 24 de febrero de 2013

Sincronicidad, misterio y aventura

La “Sincronicidad” o “Coincidencia significativa” es el concepto desarrollado por C.G. Jung (padre de la psicología profunda) que se refiere a los eventos que sin tener causa (racional) entre sí, poseen una vinculación, conexión o relación. Este concepto teórico lo podemos ejemplificar y ver reflejado día a día en eventos tan usuales como en la frase “ Estaba pensando lo mismo que pensabas y expresaste”, en encuentros con personas conocidas que anteriormente estabas recordando, en lugares especiales que nos dicen algo respecto a nuestro pensamiento, en objetos relacionados con eventos o situaciones personales, en la consulta de oráculos como el  I-Ching (que fue estudiado por Jung, ya que formaba una conexión entre eventos de la vida racional y del inconsciente) y en innumerables casos de esta naturaleza.

Todos estos eventos, según la experiencia individual en tiempos actuales, son calificados rápidamente como “Azar” (algo trivial para el ser humano racionalista actual). Sin embargo, al adentrarnos cada vez más en este concepto de Sincronicidad y en la experiencia de esta, tomamos consciencia del hecho que la vida no es tan objetiva, calculadora y causal, tal como nos hemos limitado a verla bajo este paradigma científico-racional. Quizás exista un toque de magia o un fin intrínseco en cada evento sincrónico de la vida.

La ciencia es uno de los más grandes avances del ser humano, sin embargo la propuesta de conceptos como el de la Sincronicidad, nos abre nuevos horizontes más allá de los límites, los cuales se estiran poco a poco para descubrir y experimentar lo misterioso.

En tiempos actuales de la post-modernidad se vuelve a tomar la importancia que es debida a estos aspectos de la realidad y se vislumbra una pequeña invitación a la exploración, al juego y la aventura.

Ignacio Vergara.-




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