Históricamente hemos llegado a un periodo cumbre de
conocimientos técnicos y la tecnología comienza a inmiscuirse en terrenos
difuminosos de la vida humana, lo que presenta una aventura de peligrosas
dimensiones en el crecimiento humano. Por lo cual nos encontramos en una fase en
la cual precisamos imperiosamente de sabiduría, porque si queremos seguir en un progreso como
humanidad, debemos tener presente lo nocivo que pueden llegar a ser los excesos
de esta tecnología, cómo nos afectan y volver a rescatar las antiguas y misteriosas
tradiciones olvidadas, que a través de la historia, nos han enseñado a vivir en
armonía con el progreso, a través de una autoconciencia del individuo.
No hemos experimentado una verdadera evolución tecnológica. Vivimos
un periodo en que la creación científica se ha transformado en un ente parásito
que vive y se retroalimenta de su huésped humano, nos hemos convertido en seres
dormidos y manejados por nuestras propias invenciones y éstas se han convertido
en la base orgánica de un sistema vivo que necesita de todas sus piezas, ya no
para conseguir los fines para los cuales fueron creadas, sino para un fin de
mera utilidad vital propia. Experimentamos un período en que la tecnología muta
hacia entidades que gozan de un aparato circulatorio burocrático que mantiene
al huésped humano en un constante estado de inconciente somnolencia servil al
ente parásito.
Sin embargo, lentamente comenzamos a comprender el estado de las cosas. Empezamos
a entender que nuestras neurosis individuales son las que han engendrado el
ente parásito colectivo, que estas tecnologías e instituciones han tomado un total
control sobre el genero humano y estamos comenzando a despertar de la hipnosis y
ver que la única pieza que faltaba para la verdadera evolución
colectiva no era el individuo como actor de masas y mero creador de tecnologías
anestesiantes , sino que la llave necesaria era la del individuo como ser consciente de sí mismo.
Si efectuamos una pequeña incisión en el tejido tenso del ente, no habrá forma de reestructurarlo, por lo que basta un momento de lucidez consciente para que el desgarro y desangramiento final del parásito haya comenzado.
Ignacio Vergara.-
Si efectuamos una pequeña incisión en el tejido tenso del ente, no habrá forma de reestructurarlo, por lo que basta un momento de lucidez consciente para que el desgarro y desangramiento final del parásito haya comenzado.
Ignacio Vergara.-
"Si efectuamos una pequeña incisión en el tejido tenso del ente, no habrá forma de reestructurarlo, por lo que basta un momento de lucidez consciente para que el desgarro y desangramiento final del parásito haya comenzado"
ResponderEliminarAqui, es precisamente donde nuestro entendimiento se duerm
e; se mezcla con finales ilusorios y felices con marca de hollywood, y nos deja babeando justo en el inicio de la partida, creyendo que llegamos a la meta.
El alegórico parásito se defiende: te hace doblar, te deja ciego, y confunde caprichos con necesidades. La inercia tiene una fuerza que va mas allá de las creencias en forma de eco que hoy abundan por doquier.
Estamos muy lejos de comenzar un efecto domino en base a caminos que el mismo sistema a forjado: un momento de lucidez, ya esta previsto por este ente, y jamas le hara sangrar.
Interesante reflexión Ignacio.
Me gustaría que profundizaras un poco en tu fe respecto a las manifestaciones y poderes de este parásito.
Eso seria,aun mas, "nutritivo".
Excelente amigo, que bueno que te haya gustado y me parece muy despierta tu opinion y totalmente constructiva tu sugerencia. Es un tema para hablar por horas.
EliminarVivimos una epoca de crisis y quizas sea la mas grande crisis como humanidad, sin embargo con la ultima frase trate de dejar abierto un lado luminoso. Creo que lo unico que puede ser de ayuda a vivir esta crisis es un respiro consciente que sea una luz al final del tunel. Sinceramente creo que la incisión esta hecha, sin embargo que esta pueda llevar al desangramiento o solo a una ilusion de este estaría por verse , hay pocas posibilidades de salir airosos pero si las hay y olvidar eso seria el ultimo respiro del huésped.
Comparto totalmente contigo la necesidad de aquel sendero luminoso al final del camino; muchas veces termino preguntando el porque de mi pesimismo, y alguien invisible responde, que tal vez es dado lo que mis ojos ven hoy por hoy.
EliminarPero así como los ojos deben llegar a otro escalón y liberarse de limitaciones físicas, las emociones que se asemejan a charcos, deben permitirse un poco de esperanza. Una luz al final del camino.
Con respecto al parásito, la contradicción que en mi tiene lugar en torno a sus mecanismos, surge principalmente por una continua subestimacion de los mismos, y en la percepción errónea de que nos podemos desatar alcanzando el entendimiento y un amplio rango de visión, lo cual he corroborado en un sinfín de vertientes y criterios poco flexionados. El entendimiento sirve para eso: como primer paso para el análisis de aquello que nos comprime.
Mas para desatar cuerdas, y derribar muros?
Eso es muy difícil...
Voluntad, fe, y comprensión...
Mas, como llevar ha alguien al entendimiento de estas herramientas, si para ello debe soltar"se"?
La inercia es muy fuerte, y cala hondo en lo desconocido.